El jazz surge en un momento histórico en el que hay mucho que reivindicar a nivel social. De hecho llevan ya tiempo las reivindicaciones y algunos logros sociales se habían conseguido: fin de la esclavitud, sindicalización obrera, reducciones de jornadas laborales, derecho a huelga,…pero todavía queda mucho camino por recorrer.

Si en un sistema capitalista como el americano, la clase obrera está bastante desprotegida (y en aquella época aún más) si además eras negro lo tenías mucho peor. Si encima hacías música de negros ya era el culmen del antisistema. El jazz era revolucionario, en todos sus aspectos, y como tal, sus lazos con los movimientos sociales eran más que evidentes. El jazz fue la banda sonora de un movimiento cultural sin precedentes en la comunidad afroamericana de principios del siglo XX, con su punto máximo en los años ‘20s, “The Harlem Renaissance”. A este movimiento pertenecían afroamericanos que destacaban en todas las facetas artísticas y culturales; había escritores, tanto poetas como periodistas, escultores, fotógrafos, pintores y por supuesto músicos y activistas sociales. Muchos de ellos eran abiertamente socialistas (o comunistas).

Un caso concreto de jazz y su relación con el activismo social sería la historia del Cafe Society.

Un tipo llamado Barney Josephson, después de conocer en una visita a Europa en 1931 los cabarets de Berlín y Praga, se le ocurrió a su regreso abrir un club en New York. Como persona concienciada socialmente que era, no soportaba la segregación existente en la mayoría de los clubes de jazz del momento. Locales como el Cotton Club donde las estrellas eran los músicos afroamericanos que se veían obligados a entrar por la puerta de servicio al local en el que los ricos blancos disfrutaban abiertamente del espectáculo, le resultaba como mínimo indignante. Así que decidió abrir un local de jazz que fuera totalmente integrado, nada de segregación. Tanto la clientela como los músicos, independientemente de su color de piel, entrarían por la puerta principal. Y se le daría el reconocimiento que merecen a las distintas estrellas que pasaran por allí.

En sus propias palabras: “Quería un club donde los negros y los blancos trabajaran juntos en el escenario y se sentaran juntos frente a este. […] Hasta donde yo sé, no había un lugar así en Nueva York, ni quizá en todo el país.”

El lema del club era: “the wrong place for the Right people”; cuya traducción jugaba con el doble sentido “el lugar equivocado para la gente correcta”, o mejor dicho, “el lugar equivocado para la gente de Derechas”.

Josephson se asoció con John Hammond (figura indispensable en el reconocimiento público del jazz y descubridor de muchos y grandes artistas) que actuó como productor musical y le sugeriría los músicos que debía contratar.

El 18 de diciembre de 1938, el Cafe Society (el nombre era irónico) abre sus puertas al público en el nº1 de Sheridan Square (Greenwich Village, New York City) con la actuación de una joven que está empezando a destacar y a la que esta actuación supuso el despegue fundamental de su carrera.

La joven no era nada más y nada menos que Billie Holiday. En ese mismo Cafe Society, donde Holiday será habitual, un año más tarde presentó lo que fue su éxito más reivindicativo, Strange Fruit, en el que trata el tema de los linchamientos a la población negra.

A partir de ese momento y durante los 10 años que estuvo en activo el Cafe Society se convirtió en uno de los locales de referencia del jazz en New York, en el país y en el mundo.

Las actividades del local no se cerraban solo a actuaciones musicales. Como parte de su lucha contra la segregación en los Estados Unidos, el club fue escenario de numerosos eventos políticos y recaudaciones de fondos, a menudo para causas de izquierda, tanto durante como después de la Segunda Guerra Mundial.

Las presiones gubernamentales (en 1947, el hermano de Josephson, Leon Josephson, fue citado por el Comité de Actividades Antiamericanas) y la presión de la prensa con cometarios hostiles, consiguió que la afluencia al local disminuyera hasta hacerlo inviable.

El 5 de diciembre de 1948, el Cafe Society cierra sus puertas definitivamente.

Un artículo de: Toni Barea Bernal

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La Comarca del Swing – Algeciras (Cádiz)