La fundación de Harlem se remonta a mediados del siglo XVII, siendo en un principio una pequeña población rural de origen neerlandés, apartada del centro de New York (New Amsterdam). Posteriormente, a medida que New York crece, se convierte en un suburbio, más adelante una zona residencial destinada a la población blanca y termina siendo la comunidad negra más grande y densamente poblada fuera de África.

En la época anterior a la Guerra de Independencia ya había población negra libre asentada en New Amsterdam/New York. A finales del siglo XIX esta población afroamericana se asienta principalmente al sur de la 5ª avenida, en lo que se conocería como black and tan neighborhood, aunque alrededor de 1900 se fue desplazando un poco más al norte, al barrio conocido como San Juan Hill (donde hoy se encuentra Lincoln Square que incluye el Lincoln Center for the Performing Arts).

Antes de la Primera Guerra Mundial, la mayor parte de la población de color en New York o había nacido en la ciudad o llevaban el tiempo suficiente viviendo allí como para alcanzar un grado de aclimatación razonable. Muchos de estos afroamericanos intentaban olvidar las tradiciones del sur que les recordaba a un horrible pasado de penurias e intentaban imitar a los blancos en su forma de vida. De esta forma, la clase media afroamericana por lo general no aceptaba que los músicos de color interpretaran blues o boogie woogie, ya que esta estaba asociada a personas de baja clase. Las grandes orquestas negras (Big Bands), formadas por violines, flautas, piccolos y algún banjo, no tocaban este tipo de música, se limitaban a repertorios con valses y polcas europeas o marchas militares.

Sin embargo, la sociedad blanca, atraída por el exotismo, buscaba a músicos de color para amenizar sus veladas. Así pues, durante la primera década del siglo XX los cantantes, bailarines e instrumentistas afroamericanos tenían una participación especial amenizando cenas y recepciones. En poco tiempo se hizo habitual el tener miembros del Clef Club tocando en formaciones de cuerda y orquestas de manera regular en los restaurantes más famosos del momento, y siendo requerida su presencia en fiestas y recepciones en las mansiones de los blancos ricos de la 5ª avenida. Una de las orquestas más famosa de la época fue la liderada por Ford Dabney (1883/1958). Dabney era un músico de prestigio colaborador habitual de James R. Europe (1881/1919), y junto con él compuso y grabaron “Castle Walk” (1914) con la Europe’s Society Orchestra estando Dabney en el piano, esta sería considerada una de las primeras grabaciones de JAZZ. Los Castles (Irene y Vernon), responsables de desatar la locura del baile durante la segunda década del siglo, solían estar acompañados por la orquesta de J. R. Europe que frecuentemente tenía a Luckey Roberts (1887/1968) como pianista acompañante.

Estas orquestas afroamericanas, que en realidad no podían ser consideradas jazz bands, no se cierran a las audiencias blancas, también participaban en las fiestas que se iban organizando en el creciente Harlem.

El naciente JAZZ del momento se encontraba confinado en pequeños cabarets, en muchas ocasiones localizados en sótanos.

Una vez acabada la Gran Guerra muchos cambios se habían producido tanto en el tamaño como en la estructura de la comunidad harlemita. La población afrodescendiente había aumentado considerablemente, la inestabilidad social creciente en la zona de San Juan Hill hizo que muchas familias de afroamericanos de clase media, aprovechando las nuevas comunicaciones con la zona norte de la isla de Manhattan (el tren elevado), se desplazaran a la tranquilidad de la zona residencial que era Harlem. Una vez instalados fueron creando negocios locales que actuaron como un nuevo atractivo a más población de color. Iglesias, logias y otras organizaciones también fueron tomando residencia en Harlem. Esto, unido al flujo de población negra procedente del sur que venían a trabajar en las crecientes factorías y muelles, y buscaban un lugar donde alojarse, hizo aumentar exponencialmente la población de color de la zona. Muchos agentes de factorías fueron enviados al sur para reclutar mano de obra afroamericana no especializada para sustituir a los trabajadores de origen italiano e irlandés que empezaban a reclamar mejores condiciones laborales (un nuevo motivo para aumentar la tirantez entre la población blanca y la de color).

Para poder acomodar a esta creciente población de afroamericanos los dueños de los edificios comenzaron a convertir las grandes casas residenciales de ladrillo (Brownstones) en pequeños alojamientos en alquiler mediante la partición de las habitaciones más grandes en pequeños cubículos (a veces con el espacio justo para una cama, una mesa, una silla y un pequeño armario).

Según la famosa cantante y actriz Ethel Waters (1896/1977) pudo comprobar en 1918, “en esos días Harlem no era una sección exclusivamente negra. La franja negra (black belt) se extendía solo desde la calle 130 hasta la 140, entre las avenidas 5ª y 7ª, siendo la zona más concurrida la de la 7ª avenida” (la calle 125, que hoy día es el centro de Harlem, era por aquel entonces un boulevard blanco).

Muy cerca del Teatro Alhambra, situado en la calle 125, entre la 7ª y la 8ª avenida, se encontraba un cabaret llamado The Alamo, donde la atracción principal era la Jimmy Durante’s New Orleans Jazz Band. Residentes blancos y músicos blancos en Harlem.

El primer teatro de Harlem regentado y enfocado por y para afroamericanos fue The Crescent, abierto en 1909, más tarde reconvertido en un cine (ten cent movie-house). El emblemático Lincoln Theatre, situado en la calle 135 (muy cerca del Crescent), abrió sus puertas en 1915. Un par de años antes, en la calle 132, se inauguraba el Lafayette Theatre, que originalmente tenía los asientos segregados (en el patio de butacas el público blanco y en el anfiteatro la población negra), pero, en 1913, debido a las protestas del público asistente se convierte en uno de los primeros teatros en desegregar la audiencia, permitiendo al público de color ocupar los asientos del patio de butacas. En este mismo Lafayette Theatre hará su debut Duke Ellington, en 1923, acompañando a la orquesta de Wilbur Sweatman (1882/1961).

El cabaret más antiguo de Harlem abrió sus puertas alrededor de 1910, Leroy Wilkins’ Club, situado en la calle 135, esquina con la 5ª avenida, y durante la segunda década del siglo XX era el lugar más famoso al que ir en la zona de Harlem (uptown). Era propiedad de Leroy Wilkins (hermano de Barron Wilkins que en esa misma época regentaba el Little Savoy Club, situado en la calle 35 (downtown) y fue el primero en exigir (en Harlem) que tanto los camareros como los músicos llevaran ropa adecuada. En los fines de semana, todo el mundo (incluido los clientes) debía ir con esmoquin (tuxedos). Los domingos se interpretaba música clásica. La banda de la casa durante mucho tiempo fue la orquesta (de 12 piezas) organizada por el pianista Bob Hawkins (sin datos) que alternaba su actuación entre los dos locales de los hermanos Wilkins: Leroy’s (uptown) y Barron’s (downtown). En 1919 Leroy contrató a Willie “The Lion” Smith (1897/1973) como pianista habitual, que es reemplazado ocasionalmente durante 1920 por el joven Fats Waller (1904/1943), hasta reemplazarlo del todo a partir de 1921.

Siguiendo la estela de su hermano Leroy, Barron Wilkins abre un nuevo cabaret en Harlem en 1915, en la calle 134 esquina con la 7ª avenida, el Exclusive Club, donde se van a presentar por primera vez a músicos negros frente a una audiencia blanca acomodada. Se requería etiqueta y solo se permitía la entrada a blancos y afroamericanos de piel clara y económicamente solventes. Entre la clientela habitual podíamos ver a Noble Sissle, Eubie Blake, Al Jolson, George Gershwin o Joan Crawford y entre los músicos que pasaron por su escenario estarían Luckey Roberts (habitual), James P. Johnson, J. R. Europe, Sam Wooding, Valaida Snow o Ada “Bricktop” Smith. En 1923 estuvo Duke Ellington con su orquesta justo antes de ser contratado en el Kentucky Club (downtown). En 1924, Barron Wilkins fue asesinado en la puerta del local por una discrepancia con agentes mafiosos.

En 1919, el Lincoln Theatre, situado en la calle 135, cerca de la avenida Lenox, Fats Waller, con tan solo 15 años, es contratado como organista para amenizar los interludios entre las películas (que eran mudas y llevaban acompañamiento de piano). El Lincoln Theatre, construido a principios del siglo XX, comenzó siendo un nickelodeon llamado Nickelette (un cine barato, 5 céntimos costaba la entrada, de ahí su nombre), pero en 1915 es reformado y convertido en un teatro cine que además de proyectar películas incluía espectáculos variados, e incluía un órgano que en su momento costó unos 10.000 dólares de la época. En 1915, cuando se inaugura el teatro, la zona era todavía predominantemente blanca pero ya se iba observando el incremento de la población negra, de tal manera que el Lincoln Theatre se abre enfocado al público afroamericano que poco a poco se va instalando en Harlem. Durante los años veinte pasaran por su escenario Bessie Smith, Florence Mills o Fats Waller, entre otros e incluso será el único lugar de New York donde llegue a actuar Ma Rainey.

Al finalizar de la segunda década del siglo XX, el número de cabarets y locales en Harlem había aumentado considerablemente y continuaba subiendo. Las bandas en los locales pasan a ser formaciones de 4, 5 o 6 piezas, con un sonido muy diferente del que poseen las grandes formaciones de cuerda. Su repertorio está enfocado al baile e interpretan blues y el naciente jazz.

Un artículo de: Toni Barea Bernal

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La Comarca del Swing – Algeciras (Cádiz)